Intercambia tu trabajo

El trabajo es un intercambio en sí mismo. Tradicionalmente es algo que se hace para recibir dinero; sin embargo no es la única manera de “venderlo”, también puedes recibir otras cosas por él, como alojamiento y comida. 

Ésa es la premisa del intercambio de trabajo. Yo doy mi trabajo y recibo un lugar en el que estar y, a veces, alimento

Considero a mi mamá una pionera en estas lides, pues cuando éramos chicos ella llevaba gente de la calle a dormir a nuestra casa y, a cambio de poder estar allí, generalmente ellos ayudaban con la limpieza u otras cosas.


Mi mamá no los llevaba para que trabajaran, sino porque no podía dejarlos en la calle; y el espíritu de dar algo a cambio de eso que surgía naturalente, generaba ese intercambio. 

Hoy en dia esto está institucionalizado y existen sitios web a través de los cuales se puede gestionar. También he visto que en muchos hostales, los viajeros llegan a ofrecerse y se quedan trabajando allí unas horas al día a cambio de cama, sin necesidad de recurrir a sitios web. 

El sitio que yo uso es www.workaway.info. Es una excelente herramienta que cuesta 30 dólares por 2 años y te permite buscar lugares para quedarte en todo el mundo. La mayoría son hostales o alojamientos que piden trabajos de aseo y limpieza por mínimo un mes; pero también hay otras opciones como trabajar en cocina, realizando arte mural, diseñando páginas web, haciendo clases de idioma u otras habilidades y ayudando en distintos proyectos. 

Mi experiencia 

En diciembre del 2014 estuvo en mi casa Daniel, un chico alemán que me ayudó a vaciar y limpiar el espacio que solía ser la cocina en mi casa, en el marco de las preparaciones para arrendarla. Aunque más que decir “ayudó”, deberia decir “él lo hizo todo”, pues yo estaba encargada de otras tareas. Daniel estuvo en una habitación de mi casa y tenía la comida incluida, aunque tenía que cocinarse él mismo. Para él fijé jornada de trabajo de 3 horas, 4 dias a la semana. El estándar son 5 horas por 5 días a la semana, pero uno decide qué es lo que necesita. 

Ésta es una verdadera fórmula win-win, porque para mí fue tremendamente valioso todo lo que hizo Daniel; y para él fue muy bueno tener un lugar cómodo para estar en Santiago, considerando, además, que mi ubicación es inmejorable. Un dia le compré humitas. Y un día mi mamá llevó un pollo y se lo comió todo, jajajajaja. (Mi mamá se enojó tanto que pensé que iría personalmente a retarlo, jajajaja).

En marzo de este año me tocó a mí. Estuve trabajando en el Hotel El Mirador de Pacasmayo en Perú. Cubría turnos de la recepción y mientras estaba allí realizaba actividades de comunicaciones (diseño gráfico, web, actualización de FaceBook, toma de fotografías, etc). Fue increible y a cambio de ello estaba en una habitación ultra cómoda y me daban las 3 comidas en su restorán. Una de las mejores experiencias de mi vida en la que no sólo lo pasé bien, sino que además hice amigos hermosos. 

Último día en Pacasmayo <3

Luego, en mayo, estuve en un paraiso terrenal: San Andrés, en Colombia. OH MY GOD. Ir a San Andrés era uno de mis sueños, asi es que cuando postulé al trabajo crucé los dedos y me puse demasiado feliz cuando Meme me aceptó. 

Una de las fotos que tomé
Allí lo que hice fue trabajar ayudando a redecorar un departamento que tienen en arriendo para turistas, luego saqué fotos e hice unas mejoras en la página web y escribí unos textos. A cambio estuve alojada en la casa de Meme, que además me invitó a comer muchas veces con ella y su familia. Otras veces yo comí por mi cuenta. Definitivamente otra experiencia memorable y hermosa para atesorar de por vida. 

He postulado a muchos lugares, pero en general no he recibido respuestas positivas. Esto se debe a que yo propongo realizar trabajos ligados con comunicaciones. No me gusta mucho limpiar ni hacer aseo, así es que prefiero optar por espacios en los que pueda desarrollarme profesionalmente; como son escasos, me toca que me digan “no, gracias”. 

Ahora estoy a la espera de algunas respuestas que podrían ser positivas; y lista para seguir emprendiendo nuevos desafíos en materia de intercambio de trabajo. Lo recomiendo a todo el mundo porque no sólo se trata de ahorrarse unos pesos, sino que por esta vía uno logra conocer desde adentro la cultura en la que está inserto. La cultura de la ciudad y del trabajo que estás realizando. Además, estableces relaciones muy profundas con tus “empleadores”, llenas de cariño y agradecimiento. Amistades para la vida.

Me parece fascinante y creo que hacia allá es hacia donde tenemos que ir como universo. Que el dinero ocupe cada vez menos espacios; que seamos capaces de intercambiar nuestros talentos y nuestra energía. Eso es lo lindo de este método, que incluso si lo que te gusta hacer no es tan necesario para los otros, siempre puedes ponerte al servicio de lo que ellos requieren y jugártela haciendo cosas diferentes.

Aprovecho de agradecer a mis anfitriones y espero que sigan muchas aventuras más. ¡A viajar, a viajar!

No te olvides de visitar la web: www.workaway.info

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